Por la esfera de Odin...

Si a servidor preguntasen por un plan perfecto para el día de año nuevo, tal vez no esperarían contestación alguna por mi parte. Pero aquí me tienen, en la biblioteca de la universidad escribiendo un post. Esto es un mandato. Un día llegas a casa después del trabajo y recibes un correo electrónico, una foto sin texto alguno, ni un saludo, ni un abrazo, ni un beso, nada… La cosa trataba de pillar la indirecta: esa foto merece un post.

Y aquí me tienen. Si no me pierdo demasiado creo que la ilustración se escapa de una tarjeta de memoria durante la exposición navideña Hobby Complex 2008. Ya no sé si este festival es de los nuevos o tiene tradición alguna (la verdad es que no tengo ni la mas mínima intención de averiguarlo). Pero, pero… Pero la cuestión es que eso no importa. Lo que importa es lo que se cuece durante esos festivales a los que prácticamente ninguno de nosotros tenemos la oportunidad de acceder así por las buenas. Primero porque pilla muy lejos, después porque vale un pastón, y después también porque… Son muchos porqués.

Pero vayamos a la figura. ¿Han jugado a Odin Sphere para PlayStation 2? Yo no lo he hecho por falta de tiempo, ¿pero ustedes? ¿A qué demonios están esperando? Si alguien a día de hoy todavía se atreve a descatalogar el videojuego como otra forma de arte después de jugar a esto yo, al menos, considero que está perdiendo el tiempo. Pues esto que observan en la ilustración que queda a la derecha es la resina del papel protagonista. Por ahí pulula un PVC en estado erguido y con el pandero al aire, pero esta segunda opción de resina arrodillada es, cuanto menos, espectacular. Atrévanse a comprarla, pintarla, ¡y qué narices! Si les queda igual que la de la imagen les invito a un par de noches de hotel. Ahora les dejo que he de continuar haciendo el ganso. ¿Pensaban que iba a contarles algo más?