Suzumiya Haruhi Daiki Kougyo

Esta mañana me he levantado con cara de Dal. Me siento un poco como uno de esos personajes protagonistas que aparecen en las novelas de Douglas Coupland -podemos hablar de apatía, o de esa forma casi imperceptible del autismo leve-. Hoy es lunes, tengo mucho que hacer; empezando por buscar la forma de "hacer" nada.

Pero yo les voy a hablar del anime, porque el anime tuvo su función darwiniana vital. A principio de los noventa el mundo se estaba volviendo muy apático -como yo ahora-. La animación como forma artística estaba desapareciendo. El anime ofrecía una nueva esperanza a jóvenes artistas narradores y animadores. La competitividad y las ideas nuevas siempre eran positivas. Como ejemplo, imaginad un mundo con Coca-Cola, pero sin Pepsi. Nadie bebería Coca-Cola, sería un tanto aburrido hacerlo ¿verdad? Se volvería arrogante, y al controlar toda la producción mundial de refrescos con sabor a cola los precios podrían subir a niveles estratosféricos. Y luego vendría lo de marranear con la fórmula, ya sabéis, ponerle canela, café, limpiadores de suelo, tierra de gato y esas cosas... ¿Pero de verdad se creen ustedes esas tonterías de la fórmula secreta de la Coca-Cola? Si existiese una fórmula secreta la Coca-Cola no se comercializaría porque mucha gente no se lo permitiría -empezando por sanidad-. ¿Beberías lejía? ¿Beberías Coca-Cola si salieran los políticos en televisión contando que nadie sabe lo que lleva la Coca-Cola pero nosotros decidimos que se comercialice y si te mueres es problema tuyo?

Ahora podría contarles el porqué de que Suzumiya Haruhi no Yuutsu es un símbolo del anime japonés, y el personaje protagonista culpable de toda esta afición desatada de la noche a la mañana. Puede que otros hayan comenzado a razón de esa Ignis tan bien detallada ó esa Fate esculpida con esa pose tan espectacular, pero Suzumiya Haruhi es el punto de inflexión a todo esto. Es como la Coca-Cola, que si no existiera otra alternativa sería de lo más aburrida y nadie se percataría... ¡Por el amor de Dios, si todo el mundo en el fondo tenemos algo de Otakus! Y si no lo creen, salgan a la calle y compruébenlo ustedes mismos... Como dice mi jefa: hoy en día todo el mundo es un poco más hippie, la gente viste como quiere y la vergüenza va quedando a un lado.

Esta mañana estoy escribiendo el post de esta figura porque mi jefa me lo ha ordenado. Vino a mi casa y dijo: hoy he escrito -con muchas faltas de ortografía- sobre esto y esto otro, y yo quiero que tú escribas de esto, porque no me negarás que la figura es una pasada y por tanto acabarás comprándotela. Quiero que te compres esta figura... -¿De verdad hace falta que mi jefa diga que tengo que comprarme esta figura? ¡Ya se que tengo que comprarme esta figura desde el mismo momento en que me la enseñó y antes de que dijera nada! Ahora me dice cosas como: ¡toma, come! Que se le va a hacer...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Todas estas figuras son muy bonitas, me llaman mucho la atencion. He ido muchas veces a Ateneo y nunca las he visto. Un dia me tienes que contar donde las venden o tendras que quedar conmigo y enseñarmelas todas (es una amenaza) A mi padre tambien le han gustado y siempre dice que eres un chico muy inteligente y que seguro que se te dan muy bien un monton de cosas pero que tu nunca lo quieres decir y prefieres pasar desapercibido.

Yo no creo que seas un friki. ya nos vemos, un abrazo.